lunes, 28 de julio de 2014

Más o menos... viene a ser algo así.




"Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere.
No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza.
Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme.
Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos.
No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto más con la barriada o el chusmerío.
No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible.
En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición.
No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar.
Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales.
Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia". (Meryl Streep)


Voy por el mundo "a pelo"... Sé que no debería abandonar la medicación. Pero también sé que cada vez me anula más la capacidad de discernimiento, las lágrimas para llorar de amor, el enfado "sano" para denunciar tanto dolor... 

Voy "a pelo"... como una bebita... jugando con una pelota de plástico o dejando que la pelotita en cuestión me arranque la mejor de mis sonrisas. 

Voy "a pelo"... Veremos cuánto aguanto.

jueves, 3 de julio de 2014

Aprender a primerear.


Evangelii Gaudium. Me gusta, lo entiendo, me da paz... Me ha devuelto la ilusión. Anoto lo que me más me ha impactado durante el inicio de la lectura de esta exhortación apostólica  del Papa. 

"El sembrador, cuando ve despuntar la cizaña en medio del trigo, no tiene reacciones quejosas ni alarmistas. Encuentra la manera de que la Palabra se encarne en una situación concreta y dé frutos de vida nueva, aunque en apariencia sean imperfectos o inacabados".

"Una pastoral en clave misionera no se obsesiona por la transmisión desarticulada de una multitud de doctrinas que se intenta imponer a fuerza de insistencia. Cuando se asume un objetivo pastoral y un estilo misionero, que realmente llegue a todos sin excepciones ni exclusiones, el anuncio se concentra en lo esencial, que es lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario"

"Santo Tomás de Aquino destacaba que los preceptos dados por Cristo y los Apóstoles al Pueblo de Dios «son poquísimos».47 Citando a san Agustín, advertía que los preceptos añadidos por la Iglesia posteriormente deben exigirse con moderación «para no hacer pesada la vida a los fieles» y convertir nuestra religión en una esclavitud, cuando «la misericordia de Dios quiso que fuera libre»."

Cada día leo durante un rato que se hace corto La alegría del Evangelio. A cada rato, un neologismo de este Papa que escribe como habla, en "argentino". A cada rato tengo la sensación de que hay temas que algunos - con buena fe- cosieron mal... y, con delicadeza, el Papa Francisco des-cose para "primerear"... " (...)la Palabra, que es eficaz a su manera, y de formas muy diversas que suelen superar nuestras previsiones y superar nuestros esquemas..." 

Nuestros -mis- esquemas, tan raquíticos y mal aprendidos... a pesar de que siempre quise ser una buena alumna.  Tan a "fuerza de codos". Des-aprender para aprender que "la evangelización tiene mucho de paciencia y evita maltratar límites", que "la Iglesia no crece por proselitismo sino "por atracción(Benedicto XVI)" y sale a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos"... con "un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre"

Me quedan muchas páginas todavía. De cuando en cuando me quito las gafas y respiro hondo, con los ojos cerrados. Así, sin más perspectiva que  lo que veo -y cómo me veo- uno dice... "apaga y vámonos". Pero el Papa recuerda lo que el Señor le dijo a san Pablo: "Te basta mi gracia porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad(2 Co 12,9)" 

"Repensar", dice el Papa.